Vacaciones en Venezuela - Islas de Margarita y Coche



El Bichar, nuestra residencia en Coche, resulto ser un pueblito encantador por lo diferente al “bululu” de la playa donde van a parar todos “los navegaos” El terreno es agreste, con la belleza propia de los sitios austeros. En las afueras del pueblo esta “Playa El Amor” que se convirtió en nuestro sitio preferido para baños de mar a la puesta del Sol.

Es imposible visitar un país latinoamericano y no dejarse seducir por la arquitectura barroca de las Iglesias Católicas. En Venezuela, hay pocas iglesias más bellas y duraderas que las iglesias de La Isla de Margarita. Una iglesia en esa isla que nos dio asilo durante nuestra estadía fue la bella casita de mi Madre.

ElYaque es un sitio reconocido en el mundo entero por sus excelentes condiciones para practicar el wind-surfing y el kite-surfing. Es una bella playa pero muy concurrida. Esto no importa una vez que uno esta en el agua de temperatura tropical, con un bajo que se extiende mar afuera y un viento constante. Con razón este lugar se ha convertido un uno de los preferidos para los fanáticos de estos deportes y para un conocido joven Californiano. Otro bello lugar de playa en la isla es Playa Parguito; Para mi consternación se ha convertido en una de los sitios mas concurridos por los “sifrinos” caraqueños y ya no es la remota playa de Surfing de treinta años atrás.

Mi amigo Carlos Sánchez es un gran pintor. Nos conocemos y somos vecinos desde hace varios años. A menudo, intercambiamos experiencias de nuestras vacaciones y siempre nos gusta descubrir recónditos lugares de Venezuela que el otro no conoce. Que acertado sacar una serie de foto a los bellos paisajes y casas coloniales del pueblito de Pedro Gonzáles, el cual el no conocía y yo espero ver plasmado en una serie de sus pinturas.

Nada mejor para pasar unas buenas vacaciones que ser mimado. Y nada mejor que ser mimado por una Madre que es buena cocinera y además aventurera. Nuestros últimos días de vacaciones en Venezuela, la pasamos descubriendo lugares que hasta ahora no habíamos conocido como “La Sierra de Margarita” y deleitándonos con la buena cocina de mi Madre.