Vacaciones en Venezuela - Caracas
Todo empezó con un paseito al
Teleférico.
Lamentablemente el día estaba nublado y no
pudimos fotografiar los bellos paisajes de Caracas desde las alturas de
El Ávila. La gran idea fue bajar a Galipan en uno de los
muchos Jeeps que hacen el trayecto tan divertido como cualquier
diversión de Disneylandia. La gran oportunidad me la dio un
joven montado en un caballito brioso. Ya había visto los
caballos de alquiler pero no estaba muy animado porque eran ese tipo de
caballos que tienen mucho de burro. Cuando le pregunte al joven si
podía montar su caballo me contesto dándome la
tarifa. Fácilmente convencí a Sally, Xavier y Sasha
quienes no tuvieron tan buena suerte con sus montas. ¡Siempre pasa
así! Me quedo con el caballo mas bueno, o la moto mas
rápida, etc. ¡Que cuerda de llorones!
Uno de los momentos más agradables de nuestras vacaciones fue la cena que se le ocurrió a “La Gallega” Y que mas apropiado que una ¡Paella! ¡Con mucho vino tinto!
Que gran placer me di en poder invitar a toda mi familia (por parte de Mama) a almorzar. Lo había pensado con semanas de anticipación y casi todos los invitados atendieron. Era esta una de las pocas ocasiones de ver a todos los familiares por el escaso número de días que pasamos en Caracas. Nanda organizo lo necesario y nos reunimos en un excelente restaurante Español: Dena Ona, recomendado por su novio José Alberto, que pasó mi examen de “panas” al encargarse cabalmente de todos los detalles administrativos.
Después de visitar a mi Padre en el pueblito de Montalbán tuve que regresar a Caracas para pernoctar y salir rumbo a Margarita a visitar a mi Madre al día siguente. Por cuestiones viales decidí regresar a Caracas por la vía La Victoria –La Colonia Tovar – El Junquito. Como me arrepiento nunca haber hecho este camino cuando era uno de los más difíciles para 4x4. Ahora es una vía asfaltada aunque algo difícil de transitar. Mi querida hermana y su esposo fueron nuestros tolerantes anfitriones en Caracas.